22/2/10

Chinatown

Polanski, Evans, Nicholson y Towne son auténticos vampiros. ¡Pero qué vampiros! Entre los cuatro consiguieron que Barrio Chino fuera una película extraordinaria. Por desgracia no creo que volvamos a verlos reunidos otra vez, créanme. Esos milagros se dan una sola vez en la vida. Esos tipos son, en su estilo, lo más temible de Hollywood, uno reyes del doble juego, de la manipulación, y seguro que fueron a degüello los unos con los otros. No me quiero ni imaginar lo que fue ese rodaje. Pero al final les salió una obra maestra. El mayor mérito lo tiene Bob Evans, que seguro que tuvo que estar todo el rato de árbitro, porque los otros debieron pasarse el tiempo saltando a la yugular de los demás y soltándose cada vez más golpes bajos. Pero eso no les impidió hacer la película más perversa y más degenerada de la historia del cine. No hay película más tétrica, ni más enloquecida ni más desesperada que Barrio Chino. Ni nunca la habrá.
Brian de Palma



Barrio Chino es uno de los mejores films de una década pródiga para el cine estadounidense. Y también es el fruto de una amalgama de talentos que estaban en la mejor faceta de su madurez creativa: el director Roman Polanski, el productor Robert Evans, y el actor Jack Nicholson.
Polanski regresaba a Hollywood tras el logro de El bebé de Rosemarie y el homicidio de Sharon Tate, su esposa. Robert Evans venía de haber producido una serie de éxitos que reflotaron a la compañía Paramount Pictures: aquel film de Polanski (1968), Love Story (1970) y El padrino (1972). Nicholson traía en su haber una década de trabajos en films de bajo presupuesto hasta que comenzó a ser notado en Busco mi destino (1969) y Mi vida es mi vida (1970), transformándose en un actor de prestigio que acumulaba nominaciones para el Oscar pero que sólo sería una estrella tras el formidable éxito de Barrio Chino.
El guión de Robert Towne, -desde entonces considerado uno de los mejores guionistas de Hollywood y afamado por haber aportado ideas y retoques en muchos guiones problemáticos como script doctor-, es objeto de estudio en las universidades de cine de los Estados Unidos. Propone una relectura del género negro (el film noir, como lo etiquetaron los franceses) que reevalúa los aportes de dicho género a la vez que toma distancia de ellos.
Aquí el detective Jack Gittes es altamente reconocido por sus tareas investigando los pedidos de sus clientes que, mayormente, quieren saber si sus parejas les son infieles. También goza de celebridad, suele aparecer en los diarios, y a diferencia de los Phillips Marlowes o Sam Spades, con su lado romántico e idealista, hace gala de un sonriente cinismo. Nunca usa impermeable, anda vestido de manera moderna y elegante y sus tarifas pueden ser muy altas (de hecho, tiene un despacho y asistentes). Desde un cometido que terminó mal cuando pertenecía a la fuerza policial y trabajaba en el Barrio Chino, Gittes se ha prometido no volverse a involucrar en una historia de las que debe investigar... hasta que pasa a ser un peón dentro de una trama que él no domina y que tiene que ver con uno de los casos de corrupción más flagrantes en la historia de Los Ángeles.
Los ingredientes del género están pero modificados. La mujer fatal no es rubia (como Rita Hayworth en La dama de Shangai) ni morocha (como la Jane Greer de Retorno al pasado), sino castaña. La Evelyn Murray que compone con suficiente dosis de enigma Faye Dunaway ha sido retocada por Polanski, que dio indicaciones a la actriz para que se maquillara como él recordaba que lo hacía su madre, la boca pintada en forma de corazón, las cejas depiladas y luego dibujadas por una línea. La mujer fatal -siempre una fuerza propulsora que puede arrastar al héroe hacia su propia destrucción- encamina al detective hacia una nueva desilusión -lo que cumple con el propósito trágico que el género destina a su héroe- otra vez en el Barrio Chino. Pero también esta mujer fatal es víctima, anudando con su historia el caso de corrupción política -un entramado donde el agua es utilizada en un periodo de sequía para abaratar las tierras del valle y poder así comprarlas a precios irrisorios- con el caso de corrupción familiar que lleva escrito en el cuerpo.
La década del 70 es aquella en que Hollywood comienza a reflexionar sobre su pasado. La cercana derrota en Vietnam más el descrédito de las instituciones tras Watergate produjeron una fuga hacia un pasado ideal. En este contexto, fue notable la intuición de Polanski al otorgarle a John Huston el papel del villano, director que ha quedado en la historia del cine como iniciador del género al adaptar y dirigir El halcón maltés en 1941. Simpático y campechano, Huston es la encarnación del mal, alguien que quiere más poder por el sólo hecho de tenerlo y adueñarse del futuro (no sólo de Los Ángeles, también del de su nieta).
La trama es complicada y enrevesada como el género exige. Está estructurada en base a dobles y duplicidades. Hay dos Evelyn Murray (una la real, otra la encarnada por una prostituta). Hay dos hijas, una que ha sido esposa -sin firmar documentos- y madre, y otra que puede llegar a serlo. Hay dos esposos, uno con papeles y otro con derechos de señor feudal. Hay dos eventos que suceden en el Barrio Chino, uno en el pasado e indeterminado, otro ante nuestros azorados ojos.
Polanski es un director muy visual y todo lo que tiene que ver con la mirada es determinante para él. Cuenta la historia desde el punto de vista de Jack (se dice que eliminó la narración en off típica de este tipo de relatos y predeterminada en el guión de Towne), observa a Murray y "su amante hija" con una lente en la que se reflejan anticipando al espectador una aberración mayor, deja constancia de una mácula oscura en el iris verde de Evelyn, le hace golpear la cabeza contra el volante del auto haciendo sonar un bocinazo, bocinazo que anticipa el final en el Barrio Chino, donde Evelyn hará sonar la bocina pero con el faltante de un ojo edípicamente arrancado.
El guión de Towne terminaba con un happy ending. Polanski lo reescribió y no permitió que la víctima saliera con vida. El poder se mantiene impune, hace que los subalternos gatillen y se abalanza sobre la próxima víctima, la "otra" hija. Hasta entonces Polanski nos había escatimado florituras estilísticas -no están los préstamos que el cine negro clásico ha tomado del Expresionismo alemán- pero se despacha con un plano secuencia que permitirá que descubramos con Jack qué es lo que le ha sucedido a Evelyn mientras la bocina suena. También ese final provee a Barrio Chino de las luces de neón y el asfalto húmedo característicos del género en su etapa clásica; hasta entonces nos movíamos en una Los Ángeles luminosa y abierta que, desde la escéptica mirada de Polanski sobre la condición humana, enmascaraba un castillo gótico donde el verdugo ha reemplazado a una doncella mayor por una más joven.
Y Jack descubrirá que ha sido víctima de un malentendido, como aquellos que solían darse cuando trabajaba en el Barrio Chino y no dominaba la lengua de sus interlocutores, permitiendo que se produzca un daño mayor.

4/2/10

Premios Oscar, las nominaciones

Película
- Avatar, de James Cameron
- Un sueño posible /The Blind Side, de John Lee Hancock
- Sector 9, de Neill Blomkamp
- Enseñanza de vida, de Lone Scherfig
- Vivir al límite, de Kathryn Bigelow
- Bastardos sin gloria, de Quentin Tarantino
- Un hombre serio, de Joel y Ethan Coen
- Up, una aventura de altura, de Pete Docter
- Amor sin escalas, de Jason Reitman
- Precious, de Lee Daniels

Dirección
- James Cameron por Avatar
- Kathryn Bigelow por Vivir al límite
- Quentin Tarantino por Bastardos sin gloria
- Lee Daniels por Precious
- Jason Reitman por Amor sin escalas

Actriz protagónica
- Sandra Bullock por Un sueño posible
- Helen Mirren por La última estación
- Carey Mulligan por Enseñanza de vida
- Gabourey Sidibe por Precious
- Meryl Streep por Julie & Julia

Actor protagónico
- Jeff Bridges por Loco corazón
- George Clooney por Amor sin escalas
- Colin Firth por Sólo un hombre
- Morgan Freeman por Invictus
- Jeremy Renner por Vivir al límite

Actriz de reparto
- Penélope Cruz por Nine, una vida de pasión
- Vera Farmiga por Amor sin escalas
- Maggie Gyllenhaal por Loco corazón
- Anna Kendrick por Amor sin escalas
- Mo’Nique por Precious

Actor de reparto
- Matt Damon por Invictus
- Woody Harrelson por The Messenger
- Christopher Plummer por La última estación
- Stanley Tucci por Desde mi cielo
- Christopher Waltz por Bastardos sin gloria

Guión original
- Vivir al límite (Mark Boal)
- Bastardos sin gloria (Quentin Tarantino)
- The Messenger (Alessandro Camon y Oren Moverman)
- Un hombre serio (Joel Coen y Ethan Coen)
- Up, una aventura de altura (Bob Peterson y Pete Doctor)

Guión adaptado
- Sector 9 (Neill Blomkamp y Terri Tatchell)
- Enseñanza de vida (Nick Hornby)
- In The Loop (Jesse Armstrong, Simon Blackwell, Armando Iannucci y Tony Roche)
- Precious (Geoffrey Fletcher)
- Amor sin escalas (Jason Reitman y Sheldon Turner)

Película animada
- Coraline y la puerta secreta, de Henry Selick
- Fantastic Mr Fox, de Wes Anderson
- La princesa y el sapo, de John Musker y Ron Clements
- The Secret of Kelis, de Tomm Moore
- Up, una aventura de altura, de Pete Docter

Película extranjera
- Ajami (Israel)
- El secreto de sus ojos (Argentina)
- La teta asustada (Perú)
- Un profeta (Francia)
- La cinta blanca (Alemania)

Antes de ayer han salido las nominaciones para los premios más famosos de la industria del cine radicada en Hollywood.
Para mejor película la que más chance tiene, a mi modo de ver e intuyendo un poco el modo de votar de la Academia, es Avatar, ya que representa aquello que hace fuerte y perdurable a la industria: el gran espectáculo, los adelantos tecnológicos, las grandes recaudaciones.
Le pisa los pies Vivir al límite (The hurt locker, de Kathryn Bigelow, ex esposa de Cameron), un tenso film de género, muy bien realizado, que apoya el punto de vista del ejército de ocupación en Irak, es de producción independiente y encanta a los críticos pero ha recaudado muy poco en taquilla.
Las otras 8 se encolumnan con menos chances: Bastardos sin gloria está muy bien realizada por Tarantino pero tiene más posibilidades en el rubro actor secundario (antológico Christopher Waltz), guión original o dirección, que en el de mejor película. Tanto Enseñanza de vida como Precious, son buenos melodramas con buenas actuaciones pero no llegan a las alturas que gustan premiar en Hollywood, lo mismo la fallida Amor sin escalas, un tropezón del joven director de Juno. The blind side, que tiene a Sandra Bullock como única virtud ya que se trata de un melodrama muy básico, con todas las características de una película del canal Hallmark, ha sido un film muy taquillero, pero también muy menor. Sector 9 es un excelente film de ciencia ficción, como ya hemos destacado en este blog, pero tiene más posibilidades en el rubro guión adaptado o efectos especiales. Up! es una joya de los estudios Pixar, pero siendo un film de animación es poco proclive a ser votado en esta categoría. El film de los Coen, su mejor comedia, difícilmente sea votado ya que su interés es muy minoritario.
En cuanto al rubro dirección la tarea titánica de James Cameron difícilmente sea superada por la precisión de su ex esposa o el alto grado de estilización de Tarantino.
Como actriz, dudo que Meryl Streep se lleve el Oscar por Julie y Julia, por más esperpéntica que sea su interpretación. En cambio veo altas posibilidades para Sandra Bullock por The blind side, ya que ha sido siempre la rueda de recambio de Julia Roberts que ahora está en baja, es una ardua trabajadora del cine comercial y se prueba como actriz dramática sensible. Helen Mirren ya lo ganó recientemente por La reina y las otras dos candidatas son muy jóvenes como para tallar ante semejantes compañeras de rubro.
Como actor, Jeff Bridges, un actor todo terreno, es un número puesto. Al igual que Bullock es un enorme trabajador del cine comercial y parece que le ha llegado su hora. Freeman, por más Mandela que esté en Invictus, ya lo ganó hace poco como actor secundario en Million dollar baby. A Clooney siempre le faltan 10 para el peso y este caso no es la excepción. Colin Firth ya está premiado con ser nominado y el actor de Vivir al límite recién está empezando.
En el rubro que más nos interesa a los argentinos este año, El secreto de sus ojos compite con nada menos que un Haneke, La cinta blanca, de factura clásica y enigmática, y con Un profeta, un brillante drama carcelario de Jacques Audiard. Sin embargo creo que es la peruana Claudia Llosa la que más fuerza puede hacer contra la película nacional por sus característcias emotivas. El film de Haneke se ha llevado ya todos los premios importantes -Cannes y el Globo de Oro. Del film israelí se sabe que tiene mucho color local pero poco más.
Como actor secundario lo que hace Waltz en Bastardos sin gloria no tiene parangón entre sus colegas de este año, por más que Stanley Tucci sea lo mejor de Desde mi cielo (fallido film de Peter Jackson) y Woody Harrelson se esmere mucho en El mensajero. Para nosotros Christopher Plummer será siempre el capitán von Trapp de La novicia rebelde por más que aquí haga de Tolstoi y Matt Damon nos puede ofrecer cosas mejores que su líder impoluto en Invictus.
Nos gustan mucho las dos actrices de Amor sin escalas pero en el rubro mejor actriz secundaria es la cantante Monique la que se lleva la estatuilla, ya que tiene uno de esos papeles que son difíciles de olvidar. La Gyllenhaal merece ganarlo alguna vez como actriz porque es una de las más dúctiles que existen en el mercado y Penélope Cruz no puede ganarlo durante dos años consecutivos por representar el mismo estereotipo de latina ardiente que hizo en Vicky Cristina Barcelona.
Cabe destacar que este año en la ceremonia se honrará la carrera de la siempre radiante Doris Day, varias veces nominada y nunca ganadora de un Oscar.