27/10/10

La red social


El nuevo film de David Fincher lo redime de la banal El extraño caso de Benjamín Button y narra una historia de ascenso al poder y traiciones digna de una tragedia shakesperiana. Relacionado con la vida del creador de Facebook, Mark Zuckerberg (interpretado con convicción por Jesse Eisenberg), el argumento gira en torno a un muchacho de gran desarrollo intelectual pero escaso desarrollo emocional y lo que hace para lograr una situación de poder inédita para alguien de su edad. Mark posee el conocimiento pero no las prerrogativas para ingresar a los clubes privados de Harvard -universidad en la que estudia-, clubes donde las chicas se regalan ante los apellidos de alcurnia y los descendientes de las grandes fortunas. Tras ser rechazado por su novia -en una primer secuencia llena de ingenio en que se baten en un duelo verbal- trama una pequeña venganza para dejarla descolocada a través de Internet. Esto da pie a que un par de hermanos gemelos que llevan un apellido de esos rimbombantes lo inviten a la antesala de uno de esos salones privados y le comenten una idea que tienen para interrelacionar a los miembros de Harvard a través de Internet. Mark -asociado con su amigo Eduardo (espléndido Andrew Garfield, de destacada actuación en la miniserie inglesa Red riding) que lo financia- toma el germen de esa idea y lo desarrolla en algo que derivará en Facebook, ocultándoselo a los hermanos convocantes y no uniendo sólo a los miembros de esa universidad sino también de otras del país. Mediante la mefistofélica intervención de un exitoso creador de webs (Sean Parker, creador de Napster, interpretado con sinuosa perversidad por el músico Justin Timberlake), las inversiones que consigue Eduardo no serán ya necesarias y se presentará un quiebre entre los amigos. Gracias a Parker, la red social creada por Mark se expandirá a todo los Estados Unidos y al mundo, transformándolo en multimillonario.

El guionista Aaron Sorkin construye un andamiaje firme para contar esta compleja historia a través de diversos flashbacks que narran el ascenso al poder de Mark, flashbacks que se disparan desde una mesa donde los implicados y sus abogados tratan de arreglar económicamente las diferencias del caso. Los diálogos son acerados y sutiles, muchas veces filosos. La puesta en escena de Fincher (gran director de Pecados capitales y Zodíaco) es acelerada y sofisticada, canalizando densa y copiosa información de manera fácilmente comprensible para el espectador.

Film que es un comentario sobre los valores en que se basan las grandes fortunas que se edifican hoy día en un pestañear, nos muestra a un protagonista animado por una voluntad de poder que consigue sobrepasar las prerrogativas de aquellos que formaban parte de esos clubes selectos a los que buscaba pertenecer en principio. Si la excusa era buscar chicas, el resultado nos muestra que buey solo bien se lame... sobre una montaña de dinero.

2 comentarios:

Valeria dijo...

cómo me dio ganas de verla!

Valeria dijo...

cómo me dio ganas de verla!