Hay films que provocan horror sin pertenecer a ese género;
no tienen por protagonistas monstruos, fantasmas, exorcismos, eventos
paranormales… O quizás sí los tienen, pero de manera metafórica. De hecho, el
film de Trey Edward Shults, es un drama sobre una mujer sesentona que ha estado
separada de su familia por una década, dados sus altibajos emocionales que la
han hecho dependiente de distintas sustancias. Una reunión del Día de Acción de
Gracias posibilita que Trisha vuelva a acceder a la casa de su hermana, donde
será la encargada de preparar el pavo que los asistentes compartirán. La
comida, de más está decir, jamás llegará al estómago de los invitados.
Aparentemente limpia de sus adicciones, Krisha es un manojo
de nervios. Un largo plano secuencia la acompañará desde su auto hasta el
interior de la casa donde se abrazará a sus familiares, uno de ellos su hijo,
que optó hace años por vivir con sus tíos. Pero ya en esa primera toma, el
espectador intuye que las cosas no se desenvolverán a la manera de las comedias
de reconciliación tan a la usanza del cine mainstream
estadounidense. Este es un film independiente, ganador de varios premios en distintos
festivales, y al ponernos en la
perspectiva de la protagonista nuestros sentidos serán asaltados por lo terrores
que la asolan, amplificados desde la banda sonora o desde la cámara, que
destila paranoia con sus movimientos y angulaciones.
Entre los apuntes de interés que se acumulan, baste nombrar que varios miembros
de la familia que aparentan una sana conducta emocional y a los que nadie les
cerraría la puerta en la cara, despliegan una violencia en su trato y unas
cuotas de ansiedad que hacen quedar a Krisha como una niña exploradora perdida
en el bosque.
Digna parienta de Réquiem
por un sueño, afiliada por sus desbordes emocionales a la herencia que dejara
John Cassavetes –padre del cine indie en los Estados Unidos-, el film de Shults
ofrece un despliegue formal infrecuente en este tipo de producciones, y un
guión elaborado con suficientes datos para que veamos qué provoca el malestar
de la mujer, las causas de su origen en la historia familiar, sin necesidad de
largos parlamentos explicativos, sólo a través de la interacción de los
personajes. Como nota al pie, vale resaltar que el film se realizó en tan sólo
9 días, y varios de sus actores no son profesionales y tienen relaciones de
parentesco con el realizador.
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