16/1/17

Krisha, de Trey Edward Shults



Hay films que provocan horror sin pertenecer a ese género; no tienen por protagonistas monstruos, fantasmas, exorcismos, eventos paranormales… O quizás sí los tienen, pero de manera metafórica. De hecho, el film de Trey Edward Shults, es un drama sobre una mujer sesentona que ha estado separada de su familia por una década, dados sus altibajos emocionales que la han hecho dependiente de distintas sustancias. Una reunión del Día de Acción de Gracias posibilita que Trisha vuelva a acceder a la casa de su hermana, donde será la encargada de preparar el pavo que los asistentes compartirán. La comida, de más está decir, jamás llegará al estómago de los invitados.
Aparentemente limpia de sus adicciones, Krisha es un manojo de nervios. Un largo plano secuencia la acompañará desde su auto hasta el interior de la casa donde se abrazará a sus familiares, uno de ellos su hijo, que optó hace años por vivir con sus tíos. Pero ya en esa primera toma, el espectador intuye que las cosas no se desenvolverán a la manera de las comedias de reconciliación tan a la usanza del cine mainstream estadounidense. Este es un film independiente, ganador de varios premios en distintos festivales,  y al ponernos en la perspectiva de la protagonista nuestros sentidos serán asaltados por lo terrores que la asolan, amplificados desde la banda sonora o desde la cámara, que destila paranoia con sus movimientos y angulaciones.

Entre los apuntes de interés que se  acumulan, baste nombrar que varios miembros de la familia que aparentan una sana conducta emocional y a los que nadie les cerraría la puerta en la cara, despliegan una violencia en su trato y unas cuotas de ansiedad que hacen quedar a Krisha como una niña exploradora perdida en el bosque.
Digna parienta de Réquiem por un sueño, afiliada por sus desbordes emocionales a la herencia que dejara John Cassavetes –padre del cine indie en los Estados Unidos-, el film de Shults ofrece un despliegue formal infrecuente en este tipo de producciones, y un guión elaborado con suficientes datos para que veamos qué provoca el malestar de la mujer, las causas de su origen en la historia familiar, sin necesidad de largos parlamentos explicativos, sólo a través de la interacción de los personajes. Como nota al pie, vale resaltar que el film se realizó en tan sólo 9 días, y varios de sus actores no son profesionales y tienen relaciones de parentesco con el realizador.  

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